
Hoy, en esta nota de La Prensa, se destaca que las monedas empezarán a circular en julio. Entre las justificaciones dadas por el estado están "...el Estado se ahorrará el costo de transportar los billetes usados a Estados Unidos (se estima que el gasto anual es de 550 mil dólares)...".
Pero si esto es así, porqué el gobierno no trajo simplemente un cargamento de $40 millones de monedas de las monedas de $1 que ya existen en Estados Unidos (como la de la imagen). De hecho, en Ecuador, que también está dolarizado, se utilizan más que los billetes de $1.
La razón es que, realmente, lo que el gobierno quiere es la ganancia del señoreaje. Es decir, aquello que hacían los señores en la época medieval, cuando derretían monedas con cierto contenido de oro o plata, las reacuñaban, diciendo que tenían la misma cantidad de oro o plata, cuando en realidad tenían menos, lo que les dejaba un remanente de metal para acuñar más monedas. Con eso, mediante un fraude, lograban apropiarse de más bienes y servicios de los particulares.
Además, decir que esta medida no es inflacionaria es una falacia. El simple hecho de que se aumente la masa monetaria, sin una razón productiva como base, es inflación. Cuando circulaba el oro y la plata, si aumentaba el oro o la plata, se tenía que intercambiar bienes y servicios producidos por ese oro y plata, que también se tuvo que producir. Es decir, el oro y la plata aumentaban como parte del proceso productivo y de intercambio de mercado, lo que permite un ajuste natural entre los precios relativos de las cosas.
Consideremos como funciona el sistema monetario en Panamá: Cada dólar que entra, o lo trae un inversionista mediante inversión extranjera, un turista con sus gastos aquí, alguien que envía remesas o mediante las exportaciones, o venta de servicios en el extranjero;y salen mediante importaciones o compra de servicios en el exterior, o cuando viajamos en el extranjero. En el medio local, el sistema monetario funcionaba como una especie de patrón oro.
Con esta medida, empieza a distorsionarse y debilitarse este sistema. En lugar de caminar en una dirección positiva que permita más estabilidad del valor monetario, se camina en la misma dirección de la Reserva Federal y el dólar: el debilitamiento de la moneda. Lo que necesitamos no es balboas, sino libertad monetaria, que se permita la emisión y circulación de monedas privadas con un respaldo metálico, a la vez que puedan circular monedas estatales y fiduciarias como el dólar o el euro.
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