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El balboa de la discordia

El periodista Alfonso Acosta, del diario La Prensa, publicó esta interesante y bien escrita nota respecto al tema del balboa. En primer lugar, cabe resaltar los resultados de la encuesta de la que se desprende que el 67% de los panameños está en desacuerdo con la puesta en circulación de estos balboas. En segundo lugar, es una de las pocas veces que veo bien explicada en un medio de comunicación la famosa "Ley de Gresham".

Veamos lo que dice el economista Alberto Benegas Lynch (h) respecto a la Ley de Gresham y luego lo comparamos con lo que escribe el periodista en su nota:

"Se suele decir que no es posible concebir la moneda de mercado puesto que según la ley de Gresham 'la moneda mala desplaza a la buena' y se continúa diciendo, por tanto, que la calidad de la moneda sería cada vez peor. Sin embargo, esta visión del problema es consecuencia de una incorrecta interpretación de la ley de Gresham, la cual significa que la moneda mala desplaza a la buena cuando hay tipo de cambio fijo establecido por la autoridad gubernamental". (Benegas Lynch, A. Fundamentos de análisis económico, 12ª. ed.,  Panamá, 2011: Instituto de Estudios para una Sociedad Abierta. Sección 32, pg. 255).
La implicación de esta "ley" para Panamá(que no es más que un caso específico del efecto que tienen los controles de precios), es que paulatinamente irán desapareciendo los billetes de un dolar. Por supuesto, dado que es el banco nacional de panamá el que se encargaba de que se reemplazaran los billetes dañados por nuevos, al haber dejado de hacer esto, el proceso de desaparición será aún más rápido. Cabe preguntarse, nuestras cuentas de banco, ¿en qué moneda están respaldadas? Y si a futuro podrá continuar diciéndose que un balboa es igual a un dólar, sobretodo si se acuñan más de un balboa y las de dos y cinco balboas.

Hay que explicar y mercadear los beneficios de la libertad monetaria. Exigir al gobierno que no acuñe monedas porque, sin recurrir a la ley, nos las está imponiendo de facto (dado el efecto BNP encargado de ponerlas en circulación y no traer billetes de US$1.00). Hay que abrir las puertas a que surjan monedas privadas, aunque probablemente no ocurra, y exigir que si se acuñan balboas, que sea con su contenido metálico original dictaminado por el tratado de la moneda de 1904. Eso sí que sería interesante.

Le recordamos a nuestros lectores la recopilación de notas sobre el balboa disponibles aquí: Repensando el balboa.

El balboa de la discordia
La Prensa, 11 de abril de 2012
Alfonso Acosta P.
aacosta@prensa.com

LA PRENSA/David Mesa  
La circulación de monedas de un balboa, la primera de una serie de denominaciones emitidas por el Gobierno de la República de Panamá, está generado controversia, quejas e inconformidad entre los usuarios y empresarios de la plaza.

Una de las principales molestias reportadas por parte de los agentes económicos es la inconveniencia del uso de una moneda física, la cual ha sido catalogada como difícil de transportar y guardar.

“Es pesada y molesta cargarla cuando son varias”, dijo Guadalupe Rodríguez, ama de casa.

El malestar se hace más evidente por la tendencia de los comercios locales de preferir deshacerse de la moneda durante sus transacciones.

“Cuando pago con billetes de 10 dólares, me dan hasta seis monedas de balboa en el cambio”, dijo Rodríguez.Su queja se repite en espiral. En la última encuesta realizada por Unimer Research For Leadership para La Prensa, 2 de cada 3 panameños dijeron que no están de acuerdo con la circulación de monedas de un balboa.

El estudio fue aplicado a un grupo de mil 204 panameños entre el 22 y 25 de marzo pasado.

Para empresarios como Marissa Krienert el problema es que “son incómodas y se confunden fácilmente con monedas de 25 centavos”.

“Lo que veo en la calle es que nadie quiere tener esas monedas”, precisó.

El rechazo también tiene fundamentos económicos.

“La gente sabe que las monedas de un balboa impresas por el gobierno del presidente Martinelli son de circulación restringida al país y prefieren los billetes, que tienen más liquidez aquí y afuera”, explicó Roberto Brenes, gerente de la Bolsa de Valores de Panamá.

En este tema hay ciertos principios económicos que rigen el comportamiento de los consumidores y que en Panamá se están experimentando.

“Seguir emitiendo moneda va a producir, y de hecho ya pasa, el atesoramiento del papel dólar; se pone a circular lo que vale menos y se atesora lo que vale más”, describió Brenes.

El empresario se refiere a la ley de Gresham, un fenómeno económico que establece que cuando dos monedas intercambian a paridad por ley, pero son valoradas distintamente por sus usuarios, los mismos gastan la moneda con menor valor subjetivo, en este caso, el balboa.

Brenes también opinó sobre la posibilidad de importar monedas de dólar para evitar cualquier experimento con la moneda local.

“Recomiendo que en vez de emitir monedas de balboa se traiga monedas de dólar, como hace Ecuador,” dijo el gerente general de la Bolsa.

“En una economía dolarizada estos experimentos, particularmente cuando le reditúan al Estado, se pueden volver adictivos”, mencionó.

Para el Gobierno quedó abierta la posibilidad de emitir monedas de 2 balboas, como lo indica el texto de la ley de reforma fiscal, aprobado en 2010.

Circulación

Desde julio del año pasado circulan en Panamá las monedas de un dólar. En la reforma fiscal de 2010, el Ministerio de Economía y Finanzas se dio facultad para acuñar 40 millones de monedas de un balboa y 40 millones de monedas de 2 balboas.

Desde ese momento se adoptaron diversas políticas para estimular la circulación de la nueva moneda, entre ellas, la distribución de balboas a los bancos de la localidad.

En una circular de la Superintendencia de Bancos de Panamá de 25 de julio del año pasado, se le solicita a los bancos de la plaza “su apoyo para el éxito de la aceptación [de la moneda] por parte de los usuarios del sistema bancario y el comercio en general”.

“Deben ser aceptadas en todos los bancos y comercios que operan en Panamá y serán perfectamente intercambiables con billetes de un dólar estadounidense y viceversa”, continúa la circular.

Varios banqueros, quienes pidiendo reserva de su nombre, confirmaron nuevas prácticas del Banco Nacional en relación a la circulación de balboas.

“Hoy en día, por cada 5 mil dólares que solicitamos al Banco Nacional de Panamá para nuestras transacciones diarias, podemos estar recibiendo 1,500 en monedas de balboa”, reportó la gerente general de un banco local.

Además, algunos comercios al solicitar cambio de denominaciones mayores, han reportado la disminución de dólares entregados por los bancos de la ciudad.

Jaime Raúl Molina, abogado y miembro de la Asociación de Consumidores Libres, describió el fenómeno como impráctico.

“Están imponiendo a la gente cosas absurdas, como entregarles a las entidades bancarias privadas cantidades enormes en puras monedas de balboa. Es muy incómodo cargar dinero en forma de monedas”, dijo.

“Debemos administrar la entrega de dólares como un recurso más limitado”, admitió un banquero.

Gobierno defiende la acuñación

El Gobierno ha justificado la emisión de monedas como una política de ahorro, alegando que el reemplazo de billetes deteriorados es muy caro.

También se ha indicado que cada vez que se emiten monedas hay una ganancia importante por señoreaje.

El señoreaje es la ganancia obtenida por un emisor, producida por la diferencia entre el costo de producción de la moneda y su valor de mercado.

En el caso panameño, los 40 millones de monedas costarán alrededor de 10 millones de dólares, obteniendo el Estado un beneficio de 30 millones de dólares, según el Ministerio de Economía.

Hasta la fecha se han emitido 28 millones de dólares.

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