Ir al contenido principal

¿Dónde están nuestros dólares?

En nuestro intento por recopilar las publicaciones hechas respecto a los efectos negativos de la emisión de balboas, incorporó aquí este artículo del economista Omar Sanabria, publicado en el semanario económico Capital.

El artículo también lo pueden encontrar en el Blog de ISA Panamá.

Sobre este tema, vale revisitar el artículo publicado por José Benegas--esta entrada también ofrece vínculos directos a otros artículos sobre este tema.

¿Dónde están nuestros dólares?
Por Omar Sanabria
Capital, 12 de diciembre de 2011

Luego de la acuñación de cuarenta millones de Balboas ha sucedido algo que no ocurrió en otros intentos de emisión monetaria: la escasez de dólares. Esto se debe a que el Banco Nacional de Panamá ya no entrega dólares, sino sólo Balboas, tanto a sus clientes como a los demás bancos comerciales.

En la página Web informativa sobre el nuevo Balboa se explica que los billetes de dólares no serán confiscados; este no parece ser el escenario, ya que el Banco Nacional se está quedando con ellos. Estos dólares supuestamente deben estar en las bóvedas del banco, guardados y sin ser sacados al mercado con tal de forzar a las personas a utilizar el Balboa.

En una nota del 12 de noviembre publicada en un diario de la localidad, el coordinador del Programa de Emisión de Balboas manifiesta que la moneda ha tenido buena aceptación y el ejemplo de ello es la cantidad que están circulando bien en el país. Pero, si el Banco Nacional se está quedando con los dólares y distribuyendo Balboas, cómo no vamos aceptarlas si necesitamos un medio para poder transar.

El gobierno ha difundido a través de publicidad que no hay problema en aceptar la moneda porque está dictado por una ley y que el Balboa tiene la misma paridad que el dólar estadounidense. En la presentación oficial del nuevo Balboa, el Ex Viceministro de la Guardia dijo que no era necesario tener reserva de dólares para que circulen. Esto fue una afirmación arbitraria y que va en contra de la teoría económica, pues para mantener una moneda a la par con otra diferente, es necesario tener una reserva, conocido como tipo de cambio fijo.

Los dólares no regresarán al mercado debido a que nos han dicho que no están aptos para su uso. Lo cierto es que apto o no apto para su uso, todos los dólares están siendo retenidos y no tenemos manera de dejar que nos los confisquen. Hoy fue con el billete de uno, mañana será con el de cinco.

Todo esto ha pasado por depender del gobierno como entidad de reposición de billetes. Una buena iniciativa sería que los bancos se asocien para crear una mesa de dinero privada y que sus costos (según el gobierno son $500.000 anuales) sean cobrados a una tasa anual en las cuentas bancarias.

Ludwing von Mises, en su tratado La Acción Humana, manifestaba que todo el mundo estaría dispuesto a recibir billetes dudosos “para evitar tener que esperar” por unos de confianza. Indicaba que si surgían dudas sobre su condición, las personas tratarían de desprenderse de él rápidamente y que sólo retendrán dinero plenamente garantizado.  Esto está ocurriendo con los bancos y comercios que se desprenden de los Balboas y no quieren entregar dólares.

Debemos empezar a jugar la contraria a la confiscación del gobierno de dólares, debemos quedarnos con los dólares de nuestra parte y depositar todos los Balboas en los bancos; no es la solución, pero con este acto podremos demostrar que hay personas que no queremos más confiscación.


Comentarios

Entradas populares de este blog

De ZIRP a NIRP

Hay una caricatura del gato Garfield en la que aparecía el perro Odie tomando una siesta con la típica nube que leía “ZZZZ...”. Garfield, molesto, lo empujó y Odie quedó de lado. En lugar de despertarse, las zetas de la nube también se giraron y quedaron en “NNNN...”. Si hubiese sido Condorito hubiera  hecho ¡Plop!, pero Garfield solo miró al lector frustrado.  Esto mismo parece que le ha ocurrido a los bancos centrales más importantes del mundo, que han pasado de una política monetaria tipo Zirp a una Nirp, es decir, de tasa cero (en inglés, zero) a una de tasa negativa sin que hubiese mayores cambios. No obstante, desde el punto de vista económico, es un fenómeno insólito.  Por un lado, parece una fantasía. Imagine que pide una hipoteca y en lugar de pagarle intereses al banco, el banco le paga a usted por haber decidido tomar el préstamo con ellos –no se confunda, todavía tiene que pagar la porción de capital de la letra, pero al final termina pagando menos que el capital orig

La confiscación de nuestros dólares

En artículo publicado en el Martes Financiero de hoy 25 de enero de 2011, Ramón Barreiro explica con claridad como la acuñación de monedas de $1 y $2 balboas implica la confiscación de nuestros dólares. La voz calificada La confiscación de nuestros dólares: lo que significa el derecho de señoreaje  por Ramón Barreiro , Consultor de Goethals Consulting Corp. Tomado de numismaticworldnews.blogspot.com A partir de junio el Gobierno pretende hacer circular monedas de un balboa. ¿Cómo va a hacerlo? Se nos dice que para la reposición de nuestros dólares deteriorados, dólares provenientes de los depósitos que entregamos a los bancos, el Gobierno, en una medida “ahorrativa”, entregará en esta ocasión monedas de un balboa; es más, esto supondrá una ganancia para el Estado panameño, el llamado “derecho de señoreaje”. No nos dejemos engañar por eufemismos… Señoreaje es una palabra más aceptable para una acción que equivale a una confiscación. El Gobierno toma nuestros dólares “deteri

¡No quiero un Martinelli! Rechazo del Balboa

Hoy salió publicada en el diario La Prensa esta divertidísima y muy didáctica columna crítica a la acuñación de monedas de balboa. Esta se añade a los artículos publicados por otros autores criticando la moneda. Me surgen unas inquietudes: ¿Hasta cuándo los bancos privados locales aguantarán el abuso del Banco Nacional de Panamá que no les entrega billetes de dólares y les da monedas de balboa? En el tiempo en que el balboa y el dólar tenían el mismo contenido metálico en oro y plata, sí que se podía decir que eran lo mismo, pero ahora se trata de una moneda fiduciaria aceptada en todo el mundo (el dolar) frente a una que se acepta localmente a regañadientes y disgusto porque no hay de otra. ¿Cómo pueden equipararse? ¿Será que ahora hay que ir al banco y abrir nuevas cuentas en "dólares"? Así como se pueden abrir en algunos bancos en libras esterlinas o euros... Hay que empezar a preguntar: ¿Quién es la Sra. Lenis? Aquí pueden encontrar acceso a las otras columnas cr