El miércoles 20 de julio de 2011, un juez condena al editor de opinión y a tres directivos del diario El Universo de Ecuador a 3 años de prisión y también multa a la corporación por $40 millones. Es un fuerte agravio contra la libertad de expresión y el derecho a la propiedad.
La razón de la condena: el presidente Rafael Correa se había disgustado con el contenido de una columna. Aquí pueden ver la noticia publicada por El Mundo.
Recordemos el acertado fallo de la juez décimo segunda penal, en Panamá, Marlene Morais, quien en abril de 2010, había absuelto a Sabrina Bacal y Justino González de los cargos de calumnia e injuria que se había interpuesto contra ellos en 2005.
“El que las personas mencionadas en la noticia se hayan sentido en alguna medida afectadas, ello no puede ser sobrevalorado en detrimento del derecho al ejercicio del periodismo y el derecho de la sociedad de ser informada... Castro, por su calidad de funcionaria, está expuesta al escrutinio público y sus actuaciones son de interés de la sociedad en general, y de los medios de comunicación”.
El fallo, que luego sería revertido por los magistrados del segundo tribunal superior de justicia en octubre del mismo año.
En nuestra opinión, los mismos principios deben considerarse en el caso de Perú. Los animamos a leer este artículo de Olmedo Miro así como un artículo de Justo Arosemena sobre la libertad de expresión.
Regresando al caso de Ecuador, la mañana siguiente, el 21 de julio de 2010, Ecuador amaneció con una portada de El Universo que lucia así
Vean como lucía en los kioskos de venta:
El texto que aparece en el fondo de la portada, y que aparenta ser un poema, es una cita de la filosofa ruso-americana, Ayn Rand, que ha sido sacada de su novela: La rebelión de Atlas. La cita lee asi:
"Cuando advierta que para producir usted necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces usted podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad esta condenada."
Una movida brillante, atrevida y admirable por parte de los directivos del diario. Sin duda, nuestros países están emprendiendo ese camino de la servidumbre, a medida que el gobierno deja de ser juez de los conflictos entre particulares, y empieza a ser dictador de sus actividades.
Pareciera que no hubiese conexión alguna entre el libre mercado, el derecho a la propiedad privada y la libertad de expresión, pero es una relación íntima e inseparable. Imagine el caso en que el estado fuese dueño y controlase todos los factores de producción de los medios de comunicación: desde el papel hasta las imprentas, desde las máquinas de escribir hasta las computadoras, desde las ondas de radio hasta las exigencia de licencias de periodismo. Sólo una entidad controla Todas las vías posibles de opinión y comunicación, por tanto, no hay libertad de expresión. En cambio, si existe el libre mercado y la propiedad privada, entonces los factores de producción y sus dueños estarán dispersos entre muchas manos. Por supuesto, sus dueños podrán decir que quieren o no publicar algo, pero si le dicen que no, se puede recurrir a otro, o en tal caso, montar un blog como este, o incluso, imprimir volantes. Mubarak, en Egipto, cayó precisamente por la dificultad de controlar los medios de comunicación. Por ello, requerimos el mayor respeto al derecho de propiedad para garantizar nuestra libertad.
La razón de la condena: el presidente Rafael Correa se había disgustado con el contenido de una columna. Aquí pueden ver la noticia publicada por El Mundo.
Recordemos el acertado fallo de la juez décimo segunda penal, en Panamá, Marlene Morais, quien en abril de 2010, había absuelto a Sabrina Bacal y Justino González de los cargos de calumnia e injuria que se había interpuesto contra ellos en 2005.
“El que las personas mencionadas en la noticia se hayan sentido en alguna medida afectadas, ello no puede ser sobrevalorado en detrimento del derecho al ejercicio del periodismo y el derecho de la sociedad de ser informada... Castro, por su calidad de funcionaria, está expuesta al escrutinio público y sus actuaciones son de interés de la sociedad en general, y de los medios de comunicación”.
El fallo, que luego sería revertido por los magistrados del segundo tribunal superior de justicia en octubre del mismo año.
En nuestra opinión, los mismos principios deben considerarse en el caso de Perú. Los animamos a leer este artículo de Olmedo Miro así como un artículo de Justo Arosemena sobre la libertad de expresión.
Regresando al caso de Ecuador, la mañana siguiente, el 21 de julio de 2010, Ecuador amaneció con una portada de El Universo que lucia así
Vean como lucía en los kioskos de venta:
El texto que aparece en el fondo de la portada, y que aparenta ser un poema, es una cita de la filosofa ruso-americana, Ayn Rand, que ha sido sacada de su novela: La rebelión de Atlas. La cita lee asi:
"Cuando advierta que para producir usted necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces usted podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad esta condenada."
Una movida brillante, atrevida y admirable por parte de los directivos del diario. Sin duda, nuestros países están emprendiendo ese camino de la servidumbre, a medida que el gobierno deja de ser juez de los conflictos entre particulares, y empieza a ser dictador de sus actividades.
Pareciera que no hubiese conexión alguna entre el libre mercado, el derecho a la propiedad privada y la libertad de expresión, pero es una relación íntima e inseparable. Imagine el caso en que el estado fuese dueño y controlase todos los factores de producción de los medios de comunicación: desde el papel hasta las imprentas, desde las máquinas de escribir hasta las computadoras, desde las ondas de radio hasta las exigencia de licencias de periodismo. Sólo una entidad controla Todas las vías posibles de opinión y comunicación, por tanto, no hay libertad de expresión. En cambio, si existe el libre mercado y la propiedad privada, entonces los factores de producción y sus dueños estarán dispersos entre muchas manos. Por supuesto, sus dueños podrán decir que quieren o no publicar algo, pero si le dicen que no, se puede recurrir a otro, o en tal caso, montar un blog como este, o incluso, imprimir volantes. Mubarak, en Egipto, cayó precisamente por la dificultad de controlar los medios de comunicación. Por ello, requerimos el mayor respeto al derecho de propiedad para garantizar nuestra libertad.
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