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En contra de la prohibición de video juegos

"They poison the mind and corrupt the morals of the young, who waste their time sitting on sofas immersed in dangerous fantasy worlds", eso es lo que se decía en el siglo XVIII sobre las novelas y cómo "corromperían" a la juventud.

Encontré esta cita leyendo la edición del 18 de enero de 2007 de la revista inglesa The Economist en el artículo "Don't Shoot the Messenger".

Lo mismo se dijo después de los paquines, el cine, la televisión y ahora, con los video juegos.

"Criticism of games is merely the latest example of a tendency to demonise new and unfamiliar forms of entertainment. In 1816 waltzing was condemned as a “fatal contagion” that encouraged promiscuity; in 1910 films were denounced as “an evil pure and simple, destructive of social interchange”; in the 1950s rock 'n' roll music was said to turn young people into “devil worshippers” and comic books were accused of turning children into drug addicts and criminals. In each case the pattern is the same: young people adopt a new form of entertainment, older people are spooked by its unfamiliarity and condemn it, but eventually the young grow up and the new medium becomes accepted—at which point another example appears and the cycle begins again", continúa diciendo el artículo en The Economist.

Y más adelante: "There is no evidence that video-gaming causes long-term aggression; violent crime in America has fallen as games have become popular. Violent criminals do sometimes turn out to have been gamers. But since so many people play video games (half of all Americans, for a start) it would be strange if some criminals did not".

Y concluye: "most games for children are bought by parents. Rather than banning some games outright, the best way to keep grown-up games away from children is to educate non-gaming parents that, as with films, not all games are suitable for children".

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