Estamos invadidos por siglas. Lastimosamente, no me refiero a las fotos del #TBT ni a que #YMMV, sino a OCDE, FATCA, GAFI y LA/FT/PADM. Aunque las primeras sean más visibles, las que más afectan nuestras vidas son las últimas. Desde París, Washington y Basilea están brotando cada día más regulaciones y políticas financieras, bancarias, fiscales y de cumplimiento. La vida privada y autónoma se encoge, es decir, la vida en la que se presume de la buena fe, la privacidad es un derecho y tenemos derecho a hacer todo lo que no está explícitamente vedado por la ley. La idea de que antes se podía viajar sin pasaporte y bastaba la declaración jurada de la persona parece una fantasía que nunca pudo haber ocurrido.